En el siguiente informativo te compartimos la importancia de los primeros auxilios.

Primeros auxilios para personas en movilidad 

Los primeros auxilios son aquellas acciones que se toman de manera inmediata en favor de una persona ante una lesión, consciente o inconsciente, o enferma de momento.

Por lo general, estos se toman en el mismo lugar donde ocurrió el incidente y de ser muy complicada la afectación pueden prolongarse hasta la llegada de la asistencia sanitaria de emergencia.

En el caso de las personas en movilidad, los primeros auxilios pueden contrarrestar lesiones o malestares inesperados en la marcha y, en ciertas ocasiones, corresponderá practicárselos de forma personal. Es decir, a sí mismo.

Heridas abiertas y raspaduras son algunas de las afectaciones más frecuentes que requieren atención inmediata para evitar su agravamiento. Atenderlas es muy fácil, incluso, sin necesidad de importantes inversiones. Basta con tener a la mano suficiente agua para asegurarse de tener las manos limpias antes de tocar la herida y lavarla con tal de evitar infecciones.

Si el sangrado es profundo, debe tratar de cubrir la zona con un vendaje o algo similar, siempre en perfecto estado higiénico y húmedo. En cambio, si el sangrado es leve o ya ha parado, puede colocar un curita o un vendaje limpio que no se adhiera a la herida y cambiarlo cada día.

Los especialistas aconsejan no rascarse ni arrancar la costra que puede formarse, la cual se caerá sola cuando la piel nueva esté lista para funcionar como barrera en el sitio de la herida o raspadura. Si es una raspadura leve y no hay sangrado, puedes lavar la zona, colocar una solución desinfectante y cubrirla con un vendaje no apretado.

Otro motivo de alerta pueden ser las quemaduras y ampollas, ante las cuales lo primero es refrescar el área con agua a temperatura ambiente, para luego colocar un vendaje.

Debes comprobar que la quemadura no muestre indicios de infección cuando cambies los vendajes y si lo que necesitas tratar es una ampolla, primero debes tener en cuenta si es dolorosa o no porque el tratamiento dependerá de ello.

Cuando esta no provoca dolor es factible mantenerla como está y apenas colocarle un vendaje encima. Mas, si esta es dolorosa valdrá drenar sin retirar la piel que la cubre, siempre con las manos bien limpias y con algún tipo de desinfectante a la mano para limpiarla de la manera más adecuada.

Cambia el vendaje todos los días y al cabo de varios procede a cortar la piel muerta con tijeras esterilizadas, vuelve a colocar el ungüento y a vendar. La herida sanará.

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Cuéntanos: Primeros Auxilios