En el siguiente informativo te compartimos la importancia del tema del consumo de alcohol y migración.

Consumo de Alcohol

Estudios del Instituto de Ciencias de la Salud, de la Universidad Veracruzana, en México, señalan que el consumo de alcohol está relacionado, por lo general, con el ingreso económico, el machismo, las expectativas respecto a este como facilitador de la interacción grupal, la publicidad, los efectos de los medios de comunicación, la influencia del consumo entre los amigos y otros.

También influyen las historias familiares de consumo y la permisividad de las personas adultas, así como otros factores de tipo psicológico, como el estrés, las motivaciones, las creencias, las falsas expectativas y el desapego socioafectivo.

La condición migrante lleva aparejadas muchas de estas potenciales causas y obliga a tomar el doble de precauciones para nunca sucumbir ante un proceso de adicción que pueda agravarse al punto de llegar a la autodestrucción del individuo.

Las celebraciones constantes con personas originarias del mismo país, con amigos nuevos logrados en el lugar de destino y los largos espacios de nostalgia que motivan a veces a recurrir a una bebida alcohólica “para despejar”, pueden obrar como una suerte de bumerán en medio de la amenaza continua de la depresión migrante y de otras afecciones asociadas al cambio abrupto de vida.

La Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas considera que el consumo nocivo de alcohol es la causa principal de más de 60 tipos de enfermedades y traumatismos, así como de la muerte de aproximadamente 2.5 millones de personas al año en todo el mundo. Asimismo, vincula este consumo a diversos problemas sociales –como la delincuencia y las conductas delictivas- y familiares –guarda una estrecha relación con la violencia doméstica, el abandono y el abuso infantil-.

Con el paso del tiempo, el consumo excesivo de alcohol puede llegar a causar enfermedades crónicas y otros problemas de salud serios como la alta presión arterial, enfermedades cardiacas, accidentes cerebrovasculares, enfermedades del hígado y problemas digestivos. También puede sentar las bases para el desarrollo del cáncer de mama, boca, garganta, laringe, esófago, hígado, colon y recto.

Como si no bastase, la adicción al alcohol puede tender un puente hacia el consumo de drogas más fuertes y reforzar problemas de aprendizaje, así como de memoria, demencia y bajo rendimiento escolar. A ello pudieran sumarse problemas de salud mental, depresión y ansiedad.

Y es que, lejos de curar la sensación de tristeza por la lejanía del terruño y de todos los afectos que quedaron en este, el alcohol hace despegar ese dolor y alentar conflictos familiares. Peor todavía, puede crear situaciones desagradables en el trabajo y hasta provocar el desempleo cuando más se necesita de un ingreso mayor para sí y para quienes esperan apoyo lejos.

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Fuente:

Cuéntanos: Alcohol y migración