Niñez migrante en riesgo.
Según el informe Tendencias Migratorias en Centroamérica, Norteamérica y Caribe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en los primeros cinco meses del año anterior la cantidad de personas migrantes interceptadas en la frontera suroeste de Estados Unidos ascendió a un millón 17 mil 951 y de esa población, 24 mil 500 eran de Honduras, 24 mil 431 de Guatemala, nueve mil 639 de Nicaragua, ocho mil 587 de Colombia 8 mil 174 de El Salvador. Uno de los resultados alarmantes de esa investigación es que los menores de edad continúan inmersos en esos flujos migratorios, al punto que constituyen el 6 por ciento de las personas en movilidad irregular interceptadas en México, en 2022.

De ellos, el 98 % viajaba sin un acompañante adulto reconocido y eso equivale a más de 62 mil niños, niñas y adolescentes que eventualmente emprendieron solos el camino azaroso hacia el sueño americano antes de llegar a la mayoría de edad.Honduras y Guatemala destacaron como las nacionalidades más frecuentes, lo cual reafirma una tendencia continua hace algunos años, a pesar de la recurrencia de muertes o desapariciones de personas migrantes en la ruta y de las considerables denuncias de abusos, maltratos, violaciones y otros crímenes contra quienes deciden arriesgarlo todo a través de ella.

Un sinfín de informes concuerdan en que la niñez migrante corre el riesgo de sufrir hambre y frío en el trayecto, de padecer todo tipo de enfermedades, de carecer de acceso a servicios de salud incluso en casos de urgencias, de ser atrapados y explotados con fines comerciales por el crimen organizado, así como de ser detenidos, además de otros tipos de violencia y discriminación por parte de los pobladores de los lugares que atraviesan.Las amenazas a la integridad física y hasta a la vida son recurrentes en medio de esos contextos, en los cuales se refuerzan los impactos negativos directos a la salud mental y al bienestar en general de quienes debieran gozar de la máxima protección de sus Estados.

Sin embargo, la migración de niñas y niños parece indetenible y las más recientes encuestan muestra que cerca del 60% de los hondureños, por ejemplo, huyen de la violencia. De hecho, de 2015 a 2019, la cifra de los niños, niñas y jóvenes migrantes no acompañados procedentes de Honduras, detenidos en la frontera de Estados Unidos, casi se cuadruplicó al pasar de poco más de 5 mil 400 a 20 mil 398, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.

El caso hondureño es un ejemplo de una tendencia en Centroamérica, que desde 2015 experimentó el mayor crecimiento histórico de la movilidad (cerca de un millón 250 mil personas dejaron sus países) y ello apenas fue el preludio de las caravanas que siguieron en años posteriores.

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Fuente:

Cuéntanos.org Ruta-Migratoria