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La trata de personas es una problemática arraigada hace años en Guatemala, a pesar de lo cual continúa muy débil la labor de prevención en ese orden, reconocen autoridades de Gobierno. Incluso, admiten la complejidad del fenómeno y la necesidad de redoblar los esfuerzos con vistas a llevar ante la justicia a quienes deterioran núcleos familiares e impulsan a muchos menores de edad a convertirse en víctimas del flagelo, en medio de la falta de estrategias educativas que contrarresten la incidencia de este.

Resulta muy lamentable que casi la mayor parte de estos casos tengan su origen en los hogares, como mostró un estudio presentado por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en el año 2016.

De acuerdo con esa investigación, casi siempre son los padrastros y hasta padres quienes principian a violar a sus hijos o hijas y con ello los empujan a buscar otras alternativas de vida lejos de sus casas.

Según Unicef, Guatemala es origen y tránsito de explotación y prostitución y cada día 33 niñas y mujeres son víctimas de la trata de personas tras ser engañadas para someterlas, por lo que se deben dirigir acciones a desarticular las redes dedicadas a este delito.

De 2010 a 2014, sumaron 48 mil 500 las personas afectadas de ese modo en el territorio, donde no existe atención psicosocial a las víctimas adultas de trata, lo que hace imposible reparar los daños a los cuales las sometieron.

La víctima de la trata es obligada a trabajar hasta 16 horas cada día, prestando servicios sexuales hasta a 30 veces; por eso el negocio es rentable y genera millonarias ganancias a las redes dedicadas a este delito, agrega el texto.

La Procuraduría de Derechos Humanos también denunció en varias ocasiones el reputen de las denuncias por casos de trata y alertó que, por lo general, todos los informes sobre la problemática enconden subregistros que se revierten en más víctimas y criminales en la impunidad.

Para muchos organismos internacionales y regionales, Guatemala continúa siendo una suerte de paraíso para la trata y el tráfico de personas y ello guarda relación con la posición geográfica, las condiciones económicas precarias que afectan a más de la mitad de la población en el país, con la alta tasa de población joven y con los niveles de impunidad no resueltos.

Hablar de la trata de personas es hablar de esclavitud y la internet es una de las vías más socorridas por los criminales para la captación de personas a las cuales ven como potenciales mercancía para obtener un beneficio económico personal y cualquiera, sin importar la edad o el origen, puede ser víctima.

Fuete: 

https://guatemala.cuentanos.org/es