En este informativo encontrarás información sobre el panorama complejo para migrantes que están en ruta para migrar de forma irregular.
Resulta complejo, sobre todo en un país donde prevalecen elevados índices de pobreza, dar respuesta a las necesidades humanitarias de miles de personas migrantes que transitan cada año por diversos puntos de Guatemala. No obstante, la protección a mujeres y hombres adultos, a jóvenes y a la niñez de paso es una necesidad y una obligación de cada autoridad.
El corredor migratorio guatemalteco constituye uno de los más riesgosos del centro y del norte del continente, tanto por la presencia de redes del crimen organizado como por las complicadas condiciones climatológicas de una de las regiones más impactadas por el calentamiento global.
Las variaciones abruptas de temperaturas, la precariedad del transporte y la presencia casi nula de sistemas de este tipo, así como de comercios locales en las rutas clandestinas de la migración irregular limitan la capacidad para responder de manera pronta, adecuada y efectiva a las urgencias de quienes forman parte de amplios flujos humanos.
La vulnerabilidad que acompaña a las personas de diversas nacionalidades, en su marcha desenfrenada por alcanzar el anhelado “sueño americano”, también se alimenta de los abusos de los traficantes y de la complicidad de algunos agentes encargados de combatir al flagelo de la trata.
En algunas ocasiones, trascendieron los testimonios de personas jóvenes, adultas e infantes, que en su camino tropezaron con personas mal intencionadas que como, presuntos policías y militares, buscaron despojarlos de los escasos bienes con que pretendían llegar a su principal meta: la frontera sur de Estados Unidos.
Las “multas” varían y, según diversas fuentes periodísticas, pueden ir desde una solicitud de dinero (dólares casi siempre) hasta el arrebato de pertenencias, extorsiones abiertas, maltratos verbales y físicos, entre otros.
Este panorama vigoriza y evidencia la importancia del papel de las organizaciones defensoras de derechos humanos, cuyos integrantes procuran contrarrestar los atropellos y colaborar en situaciones de emergencia con quienes son víctimas -conscientes y no- de la trata o el tráfico ilícito de personas.
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Fuente:
Cuentanos.org Migración