A lo largo del tiempo, las personas se proponen nuevos retos, proyectos y metas; esto requiere de toma de decisiones e de iniciar nuevas etapas. Es de suma importancia que así como iniciamos nuevas etapas, también cerremos de forma adecuada experiencias pasadas para que no interfieran en el presente y en el futuro. Por ello, en este informativo te brindamos información sobre cómo hacerlo de forma adecuada.

¿Qué significa cerrar ciclos?

Cuando hablamos de ciclos nos referimos a esos procesos de la vida que comienzan, se desarrollan y concluyen. Es importante aprender a cerrar ciclos cuando se agota el proceso, para seguir adelante y evitar quedarnos estancados.

El cierre de grandes etapas de la vida supone pérdidas e implica duelos, en este proceso se pueden presentar diferentes emociones, como: tristeza, frustración, enojo, miedo, sentimientos de soledad, entre otros. Sin embargo, es parte del proceso y debemos permitirnos sentir estas emociones para poder culminar con esos ciclos que no nos dejan avanzar. 

Para cerrar ciclos hay que tomar en cuenta las siguientes acciones:

  • Dejar ir: Los seres humanos tendemos a aferrarnos a lo conocido, por más negativo que sea. La costumbre es una fuerza muy poderosa que nos impulsa a mantenernos en el mismo lugar. Se percibe como si fuera más fácil soportar lo malo conocido, que emprender la aventura de lo bueno por conocer. Un ciclo se cierra cuando el proceso ya se completó y solo quedan restos del mismo. Es posible que ya no haya algo a que aferrarse, pero mentalmente seguimos conectados a ello, dejar ir es una forma de reconocer la nueva realidad.
  • Despedirse y hacer un balance: Aunque cerrar ciclos se refiera a abandonar realidades que nos hacen daño, siempre originará un duelo. Por lo tanto, es necesario permitirnos vivir esa tristeza que traen consigo los finales y despedirnos de esa realidad que está por desaparecer. La mejor manera de hacerlo es construyendo una memoria sobre lo vivido. Lo mejor es repasar, paso a paso, cada una de las vivencias que formaron parte de ese proceso; identificar el comienzo, los momentos más relevantes y las sensaciones que experimentamos. Puedes hacer un balance y una evaluación de las vivencias positivas, y negativas, de lo que se aprendió y de lo que nos aportó.
  • El momento de emprender: El principal objetivo de cerrar ciclos es ponernos en paz con el pasado, para seguir adelante sin que lo vivido nos afecte ni invada nuestro presente. Todo final implica un comienzo. Lo nuevo no tiene por qué asustarnos, es normal que implique un desequilibrio inicial, pero en poco tiempo comenzará a revelar sus bondades. Movernos de lo conocido a lo incierto siempre tiene un toque de aventura y supone aprendizajes, sorpresas y adaptaciones.

Pasos para poner fin a ciclos emocionales:

Piensa en el inicio del ciclo: Tener un panorama claro del momento en que se inició el ciclo emocional ayuda a identificar qué nos puede llevar a cerrarlo. Por ejemplo, la aparición de un problema (la enfermedad de un familiar, un despido laboral, etc.).

Piensa en cómo te sentiste: Ve más allá de la simple descripción de hechos objetivos. Párate a pensar cuál fue tu reacción emocional en esta primera fase del ciclo, tanto en aspectos positivos como negativos.

Recuerda cómo intentaste avanzar: En este punto, recuerda cuáles fueron las iniciativas que tuviste para sacar adelante la situación, tanto en los criterios objetivos como en los que tienen que ver con tus sentimientos.

No omitas tus errores: Los errores y los fracasos son inherentes a la vida, y mantenerlos fuera de nuestra memoria no sirve de nada si lo que quieres es que tengan sentido para ti. Por eso, aprende de ellos para poder advertir que los hechos más significativos de esta etapa te llevaron a una etapa final en la que podrás cerrar el ciclo.

Piensa en el rumbo que te puede llevar a cerrar el ciclo: Con las cosas que tienes en mente después de haber realizado los pasos anteriores, ya es posible ver una tendencia que te puede llevar a cerrar el ciclo de la forma más positiva y constructiva posible.

Ir a la llamada a la acción: Es muy complicado cerrar un ciclo emocional simplemente a través de la introspección. Por lo tanto, haz que tu salida de esta fase se refleje en una acción o una serie de acciones, para que le des una solidez o estructura física que muestre tu progreso.

Recuerda que concluir o cerrar ciclos es de suma importancia para la salud mental, ya que, de no hacerlo, es probable que se desarrollen emociones que puedan provocar el estancamiento, además de provocar confusión y dudas frente al futuro. Lo que ya culminó, debemos dejarlo ir y a lo nuevo hay que recibirlo con la mejor disposición.

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Fuentes:

La Mente es Maravillosa: Aprende a cerrar ciclos adecuadamente

Universidad ETAC: Cerrar Ciclo: cómo lograrlo según la Psicología