El sueño es una necesidad vital de los seres humanos, al tener un buen descanso las personas son más productivas y se sienten mejor durante el día. Sin embargo, en la actualidad hay muchos factores que pueden propiciar el descanso inadecuado, algunos de estos factores son: los malos hábitos, la tecnología, las redes sociales, la educación, entre otras. Por ello, en este texto te brindamos información sobre qué es la higiene del sueño y algunas recomendaciones que puedes tomar en cuenta para mejorar la calidad de vida a través del buen descanso.

¿Qué es la higiene del sueño?

La higiene del sueño es la práctica que consiste en seguir ciertas recomendaciones que permiten asegurar un sueño más descansado y efectivo, que promueva el estado de alerta diurno y ayude a evitar ciertos trastornos del sueño como el insomnio, parasomnia (movimientos anormales a la hora de dormir) y alteraciones varias.

Recomendaciones prácticas para lograr una adecuada higiene del sueño:

  •  Levantarse todos los días a la misma hora: La idea es educar el sueño, ya que un desajuste produce efectos negativos en nuestro rendimiento diario.

  • Evitar tomar sustancias excitantes a partir de media tarde: No consumir café, bebidas azucaradas, tabaco y cacao. Estos pueden influir en el sueño o hacer que despiertes antes.

  • Quédate en la cama solo lo necesario: Es aconsejable no permanecer más de 8 horas en la cama. Muchas veces dormir de más, produce una sensación de fatiga que no permite realizar la rutina con normalidad.

  • Evitar el sedentarismo: Realizar ejercicios hace que liberemos toxinas, descargando así las tensiones. Es recomendable hacerlo al menos un par de horas antes de dormir.

  • Tomar siestas cortas: Siestas de unos minutos pueden ser beneficiosas, pero una siesta de más de 30 minutos puede hacer que por la noche nos cueste conciliar el sueño.

  • Propiciar un ambiente adecuado: para eso se debe evitar la luz excesiva y ruidos altos, manteniendo también una temperatura adecuada.

  • Dentro de lo posible mantener un ritual antes de dormir: Tomar un baño antes, poner música relajante y dejar todo listo para el día siguiente para que así no existan preocupaciones que impidan el correcto descanso.

  • Mantener los problemas lejos de la cama: Anotar en un cuaderno las tareas o temas pendientes para poder acostarse tranquilos y no estar con pensamientos que no te dejen tranquilos.

  • Apagar aparatos tecnológicos temprano: Los estímulos de los aparatos tecnológicos, ya sea computador, celular, tablet, etc., no permiten que el cerebro logre descansar con facilidad. Se recomienda apagar estos elementos a las 21 horas aproximadamente.

  • Evitar tener televisión en el dormitorio: Esto ayudará a ir bajando la intensidad de la luz y los estímulos y poder lograr una tranquilidad que nos prepare para el sueño.

  • Evitar cenas abundantes y excesivamente condimentadas: dormir con el estómago pesado, hace que se provoque un constante malestar que no deja descansar. Esto también sucede con los condimentos, los cuales tienen un efecto estimulante que provoca un mal sueño.

  • En caso de despertar a medianoche, no permanecer en la cama: Es preferible levantarse y volver cuando nuevamente se tenga sueño, ya que quedarse acostado puede producir un nerviosismo mayor al no lograr conciliar el sueño.

  • Levantarse de la cama en cuanto despierte en la mañana: Es aconsejable no quedarse leyendo o tomando desayuno en la cama, puesto que esto provoca la sensación de necesitar descansar más y se genere más cansancio.

En el caso de que hayas identificado algún trastorno del sueño, es necesario buscar ayuda médica para poder descartar alguna otra patología como estrés o ansiedad.

¿Qué ocurre en nuestro organismo cuando no dormimos lo suficiente?

La falta de sueño debilita el sistema inmune, lo cual se puede traducir en diversas enfermedades, ya que al bajar las defensas, nuestro cuerpo está expuesto a contraer diversas infecciones. Según diversos estudios, no dormir lo suficiente se asocia significativamente con la diabetes, hipertensión, las enfermedades de corazón y la obesidad. Los empleados con turnos extensos o nocturnos que duermen poco o a la hora equivocada del día pueden aumentar su riesgo de padecer diabetes y obesidad, puesto que una persona adulta debiese dormir entre 6 y 8 horas diarias para poder funcionar bien durante el día.

Es sumamente importante hacer de las horas de sueño una prioridad para así poder lograr una vida saludable en todo sentido y poder rendir adecuadamente en todas las actividades diarias. Estos aspectos prácticos muchas veces son ignorados, pero son parte fundamental en el cuidado de nuestro organismo.

Recuerda que un buen descanso no solo mejora tu rendimiento y tu vida cotidiana, sino también ayuda a que no se desarrollen enfermedades que pueden afectar la salud física y mental. Sigue estas recomendaciones para fomentar en tu vida diaria la higiene del sueño.

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Fuentes:

Hospital Sanitas: Guía de pautas de higiene del sueño

Maiposalud Centro de Diagnóstico Médico: Higiene del sueño: los pasos para una mejor calidad de vida