La tristeza es una emoción necesaria, normalmente desagradable, pero importante de experimentar en algunos momentos ineludibles de nuestra vida. Normalmente, surge en casos de pérdida de algo que se valora como imprescindible: un ser querido, salud o bienes, y en situaciones como separaciones, enfermedades, fracasos, desempleo, soledad, vejez. En este artículo encontrarás información sobre esta difícil, pero necesaria emoción. 

A veces la sensación de tristeza nos hace perder el interés por las actividades diarias, y hace que nos cueste disfrutar o encontrar placer, provocando que estemos en un estado de inactividad o desmotivación. Cuando la tristeza se da en grado extremo, y hay un abatimiento prolongado y general, descenso elevado de la autoestima, sentimientos de pesimismo o desesperanza, pueden existir síntomas de un episodio depresivo.

La tristeza actúa como una búsqueda o llamada de huida; la atención recibida, el apoyo social, la compañía de seres queridos y el sentido de pertenencia a un grupo son formas de afrontamiento para la tristeza. Resulta conveniente hacer una mención a la esperanza, que surge cuando alguien lo está pasando mal, pero confía en superarlo; es como un paso positivo hacia delante, que nos hace confiar en que hay un puente entre la tristeza y la alegría.

Algunas palabras o términos que se relacionan con la tristeza son:

Depresión, frustración, decepción, aflicción, pena, amargura, dolor, pesar, desconsuelo, pesimismo, melancolía, autocompasión, desaliento, duelo, soledad, nostalgia, desaliento, desgana, morriña, abatimiento, disgusto, preocupación, añoranza, soledad, abandono, desilusión, desolación, decepción, humillación, sufrimiento.

¿Cómo enfrentarse a la tristeza?

Para poder gestionar esta emoción es fundamental identificar la presencia de la misma, ser conscientes de ella, además del cansancio y de la apatía que la acompañan.

  • Aceptar la tristeza no es signo de debilidad, debemos permitirnos estar tristes, contrariamente a lo que nos dicta la sociedad de control emocional.
  • Busca soluciones, si es algo sobre lo que podemos actuar, debemos orientarnos a la acción para eliminar la situación que nos genera la tristeza; por ejemplo, si estás triste por una discusión con alguien, puedes hablar con la persona para resolver el malentendido.
  • Si la tristeza es fruto de una situación que no tiene solución, por ejemplo, la muerte de un ser querido; busca consuelo en aquellas personas de tu entorno que sepan escucharte y comprenderte.
  • El expresar las emociones ayuda a superarlas. Intenta mantener tus actividades diarias en la medida de lo posible, e incrementa las actividades agradables, te ayudará a equilibrar tu tono emocional.
  • Practicar ejercicios de relajación cuando tu mente se quede anclada en la tristeza también te ayudará, puesto que te permitirá redirigir tu atención, evitando así "darle vueltas a la cabeza".

Recuerda que la tristeza es una emoción necesaria y adaptativa que nos permite reorganizar nuestra vida y superar los eventos traumáticos, por tanto, sentirla forma parte de un proceso natural.

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Fuentes:

Persum: Tristeza, qué es y cómo afrontarla

Plenna: La importancia de la tristeza