Migración irregular

Migrar es un derecho humano reconocido por todos los foros nacionales e internacionales; sin embargo, queda mucho por hacer para que estos movimientos se realicen de manera regular, segura, digna y ordenada. Por esa razón, organismos humanitarios sugieren estar alertas ante las eventuales situaciones que pueden enfrentar las personas que deciden emprender de forma irregular la ruta migrante.

Estas personas pueden verse afectadas de manera directa o indirecta por problemáticas como:

  • Carencias y sucesos: Durante la marcha irregular es probable que haya que enfrentar muchos temores, por el actuar “misterioso” de quienes actúan en la ilegalidad, por la falta de lugares seguros donde dormir o bañarse, por los tramos extensos sin acceso a internet y, además, por la sed, el hambre, malestares o la imposibilidad de comprar alimentos cocinados.
  • Abuso sexual: Estudios realizados confirman que, tanto hombres como mujeres, niñas, niños y adolescentes, pueden ser víctimas de violaciones o abusos sexuales en los movimientos migratorios, y que además ocasiona grandes traumas.
  • Lesiones y enfermedades: Los migrantes irregulares se enfrentan a un sinfín de riesgos durante la ruta, que puede derivar en deshidratación, heridas y lesiones graves, que casi nunca pueden ser atendidos de manera oportuna e inmediata por un médico.
  • Rechazo al otro, discriminación o xenofobia: El rechazo es a veces la primera reacción humana a quien es distinto por su aspecto físico, vestuario, costumbres o valores. Más allá de estos prejuicios, el despegue de los movimientos migratorios y del deterioro económico alentó la tendencia de ciertos grupos a culpar a los extranjeros de los males sociales -desempleo, violencia, superpoblación, etcétera- y ello puede manifestarse en insultos, agresiones físicas o maltratos de diversa índole.
  • Desintegración familiar: La migración conlleva a veces este fenómeno y eso puede agravarse si es irregular. Quienes viajan juntos de ese modo pueden terminar separados si son interceptados por autoridades y enviados a distintos centros de detención. Asimismo, si son capturados por grupos criminales dedicados a explotar sexualmente a sus víctimas con fines comerciales, a traficar órganos o a reclutar para trabajos forzados.
  • Trata de personas: Al no contar con los permisos o visas requeridos, quienes optan por vías poco ortodoxas para avanzar quedan expuestos, debido a que las únicas entradas son por pasos irregulares, casi siempre utilizados por criminales que trafican todo tipo de productos y secuestran bajo amenazas o con uso de violencia para realizar trabajos forzados.
  • Tráfico de personas: Los coyotes, como suele nombrarse a las personas que gestionan el recorrido de manera irregular, por lo general abandonan a los migrantes cuando surgen complicaciones debido a la presencia de autoridades u otras causas. Ello, sin importar si esas personas ya no cuentan con más dinero o desconocen la ruta por la cual deben continuar solas.
  • Desapariciones: Al viajar de manera irregular siempre se corre el riesgo de ser atrapado o desaparecido por redes criminales. En algunos casos la familia de la persona migrante carece de recursos para encontrarla de ser así.

Migrar es un derecho humano reconocido por todos los foros nacionales e internacionales; sin embargo, queda mucho por hacer para que estos movimientos se realicen de manera regular, segura, digna y ordenada. Por esa razón, organismos humanitarios sugieren estar alertas ante las eventuales situaciones que pueden enfrentar las personas que deciden emprender de forma irregular la ruta migrante.

  • Estas personas pueden verse afectadas de manera directa o indirecta por problemáticas como:
    • Carencias y sucesos: Durante la marcha irregular es probable que haya que enfrentar muchos temores, por el actuar “misterioso” de quienes actúan en la ilegalidad, por la falta de lugares seguros donde dormir o bañarse, por los tramos extensos sin acceso a internet y, además, por la sed, el hambre, malestares o la imposibilidad de comprar alimentos cocinados.
    Abuso sexual: Estudios realizados confirman que, tanto hombres como mujeres, niñas, niños y adolescentes, pueden ser víctimas de violaciones o abusos sexuales en los movimientos migratorios, y que además ocasiona grandes traumas.
    Lesiones y enfermedades: Los migrantes irregulares se enfrentan a un sinfín de riesgos durante la ruta, que puede derivar en deshidratación, heridas y lesiones graves, que casi nunca pueden ser atendidos de manera oportuna e inmediata por un médico.
    Rechazo al otro, discriminación o xenofobia: El rechazo es a veces la primera reacción humana a quien es distinto por su aspecto físico, vestuario, costumbres o valores. Más allá de estos prejuicios, el despegue de los movimientos migratorios y del deterioro económico alentó la tendencia de ciertos grupos a culpar a los extranjeros de los males sociales -desempleo, violencia, superpoblación, etcétera- y ello puede manifestarse en insultos, agresiones físicas o maltratos de diversa índole.
    Desintegración familiar: La migración conlleva a veces este fenómeno y eso puede agravarse si es irregular. Quienes viajan juntos de ese modo pueden terminar separados si son interceptados por autoridades y enviados a distintos centros de detención. Asimismo, si son capturados por grupos criminales dedicados a explotar sexualmente a sus víctimas con fines comerciales, a traficar órganos o a reclutar para trabajos forzados.
    Trata de personas: Al no contar con los permisos o visas requeridos, quienes optan por vías poco ortodoxas para avanzar quedan expuestos, debido a que las únicas entradas son por pasos irregulares, casi siempre utilizados por criminales que trafican todo tipo de productos y secuestran bajo amenazas o con uso de violencia para realizar trabajos forzados.
    Tráfico de personas: Los coyotes, como suele nombrarse a las personas que gestionan el recorrido de manera irregular, por lo general abandonan a los migrantes cuando surgen complicaciones debido a la presencia de autoridades u otras causas. Ello, sin importar si esas personas ya no cuentan con más dinero o desconocen la ruta por la cual deben continuar solas.
    Desapariciones: Al viajar de manera irregular siempre se corre el riesgo de ser atrapado o desaparecido por redes criminales. En algunos casos la familia de la persona migrante carece de recursos para encontrarla de ser así.

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Fuente:

Cuéntanos.org Alertas en la migración irregular